Es una sopa mexicana que me enseñó a hacer Evelia, en la que la mezcla de los ingredientes crudos con los cocidos es una propuesta similar a la que tienen algunos asiáticos para los caldos.
La presencia de los chiles y el hecho de ser un plato caliente la hacen una opción perfecta para los días fríos.
Lechuga Batavia, aguacates chiles Guajillo y Piquín, orégano seco, cebolla cabezona blanca, rábanos rojos, maíz mute y tortillas horneadas, conocidas como tostadas.
Se corta la cebolla y se echa a la olla previamente caliente. Se deja caramelizar.
Se agregan el maíz y el chile Guajillo y se dejan cocer por unos minutos.
La lechuga y los rábanos se lavan, escurren y cortan; la primera con las manos para evitar una temprana oxidación y los segundos con cuchillo en rodajas.
Ss incorporan el agua y la sal. Se deja hervir hasta que se deshaga el chile. |
El caldo se sirve hasta la mitad del plato y los otros ingredientes se colocan en la mesa para que los comensales los incorporen a su gusto.
Para esta demostración conté con la ayuda de Consuelo, Esperanza, Gloria Amparo y María Emilia. Gracias.
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