viernes, 17 de febrero de 2012

Pan pesado integral

Crecí viendo las manos de mi abuela y/o de mi madre sobre masas de harinas de trigo, maíz, yuca y sagú para hacer pasteles, bizcochos y panes de sal y dulces. 
Si bien a veces realizaba tareas de apoyo para ellas como batir huevos, moler granos y alcanzarles algún ingrediente, desconocía los intríngulis de este arte, que se me hizo necesario al momento de vivir aquí.
Mario, un escalador que aprendió de su colega Rodrigo -quien hoy nos provee la harina integral orgánica, molida en piedra y traída del Cocuy*, fue mi maestro en la elaboración del pan integral. Ambos hornean el pan en leña y lo venden en la región.
El pan pesado integral que hago es el resultado de la experiencia que hemos compartido los tres y de otros ingredientes adicionales que incorporo para hacerlo de acuerdo a mis requerimientos: nada de huevo, ni grasa, ni azúcar ni levadura.

Harina integral orgánica, nueces: de brasil, pecan, almendras, semillas de calabaza, girasol-pistachos o piñones. Frutas secas: arándaros, uvas, ciruelas, pera, manzana, papaya, kiwi o duraznos... mezclados. Agua.


 

La noche anterior coloco en agua caliente las semillas y las frutas secas.

Al no usar levadura preparo una masa madre con anticipación que realizo mezclando harina integral y agua, la coloca al sol un par de horas.

                                                
      


 Mezclo la masa madre con las frutas y semillas hidratadas.


 



Doy forma al pan y le hago hendiduras superficiales para que se airee, lo tapo con lienzo de algodón y lo coloco media hora al sol, en el exterior en tiempo seco y frente a una ventana cuando llueve.















Coloco en la lata el pan asoleado y junto a él un recipiente de cerámica con agua para hidratarlo. Lo ubico en el horno precalentado a una temperatura de 250 grados centígrados y lo horneo durante hora y media. Saco el agua y dejo allí el pan hasta que se enfrié.


 



Cuando saco el pan lo ubico sobre un lienzo y lo envuelvo en él para conservarlo.







* http://www.elcocuyboyaca.com/

miércoles, 15 de febrero de 2012

Galería: Espacios cubiertos

Cuando vivía en la ciudad mi percepción de mi alrededor era fragmentada. Muchas partes que parecían completas y autónomas como por ejemplo las casas, ubicadas en calles y carreras y dentro de ellas, las paredes, los grifos, los interruptores, el agua domiciliaria, la energía eléctrica, espacios incómodos y propuestas de circulación que me dejaban insatisfecha. Por eso en el momento en que opté por trasladarme al campo tenía claro que deseaba construir mis propios espacios cubiertos y que ellos obedecerían a mis necesidades. 
Ya sobre el terreno lo primero que vi fue una cadena montañosa socavada y pregunté por qué y supe que de ahí salen los materiales para la construcción -arena, piedra, gravillas, cementos...-. Es decir que nuestro sistema de edificación convierte una montaña en cajas de material, grandes o pequeñas.
Vista de Sur a Norte de los espacios habitacional y el área social 
realizada por Juan Manuel.

Perspectivas de suroccidente a nororiente del área de trabajo y 
de la habitacional, registradas por Álvaro. 

Decidí buscar otras alternativas y encontré la tradición milenaria de las casas en tierra -adobe, tapia pisada y bareque-, pero como al mismo tiempo comencé a aprender sobre la agricultura orgánica, tampoco opté por ella, ya que comprendí que el suelo tarda en crearse entre 500 y mil años.







Vista de occidente a nororiente del área habitacional desde 
la portada para acceder al predio.

 Finalmente recordé las casas indígenas que vi en la orillas del ríos y las Islas de San Andrés y Providencia y me quedé con la madera, que puedo sembrar y cosechar.

lunes, 13 de febrero de 2012

Encuentros con el pulso de la Tierra

 Esperanza, Marina y Gloria Amparo

Nos reunirnos todos los días 12 de cada mes para encontrarnos con el pulso de la Tierra y sanarnos individualmente. 
Nuestra medicina es el amor y un hacer común que comienza en destinar el tiempo para reunirnos, compartir alimentos y su preparación y en especial hacer un círculo de una oración que nos comunique en el ahora con la vida que surge, crece y regresa a la tierra.
Con esta postura nos convertimos en una antena que nos conecta con el Sol y la Tierra. Nos hace conscientes de la unidad.



Estar conscientes de si significa, además de conocernos, comprender la conexión inherente con la Tierra. Nuestro nexo es umbilical y por ello las dos partes, cuerpo-planeta se inciden entre si. Nuestra salud, felicidad, crecimiento, amor y fertilidad son iguales.

En esta oportunidad la oración y meditación estuvo guaiada a través de la música-medicina de los Andes (Gracias Pachamana, Déjalo Ser, todos somos medicina y la Paz cantamos)








Esperanza nos compartió dos mantras, Gayatri para cantar y Tumare Darshan, para bailar individualmente a un ritmo propio y único, inspirado en la gratitud a nuestro cuerpo.

Heidi, en un relato nos condujo a al visualización de ser UNO.





Somos tierra, un Universo, pertenecemos a un todo se estremece y reconstruye con las vibraciones de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. Por ello siempre podemos elegir el mundo en el que queremos vivir.


Consuelo y Esperanza en un momento de la preparación de la comida que fue hecha y provista para todas nuestras manos. 

  

En el encuentro del 12 de Febrero enviamos nuestro amor y gratitud a la Tierra y a la vida que se expresa en cualquier y todo lugar.
Gracias Marina, Gloria, Gloria Amparo, Heidi, Consuelo y Esperanza.
La paz es conmigo, la paz es con todos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Pienso, siento y actúo sobre lo mismo.

Soy es la gracia que obtengo cuando estoy en el presente. Sólo en el Ahora tengo la posibilidad de ver, sentir y comprender mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones, lo que aún me atrapa y me enreda y entonces los dejo ser para luego liberarme de ellos y elegir aquello que me hace feliz. 
Para lograrlo siempre fijo mi atención en lo que me rodea, me entrego a la mirada y es cuando la belleza cambiante de la vida me sobrecoge, toca mi corazón y me hace consciente del hálito que está dentro de mi.
Soy lo que soy, soy todo lo que ES.
La paz es conmigo, la paz es con todos