Cecilia Mestizo de Sánchez en las inmediciaciones de su vivienda.
miércoles, 2 de julio de 2008
El Arrayán, un nuevo predio en Backtoeden
A puertas de cumplir un año de vigencia (Julio del 2008) se proyecta crecer nuevamente, tanto con la contratación de una nueva familia (Cecilia Mestizo y José Sánchez) como del incremento de la arboleda en los tres predios donde funciona.
Backtoeden-El Porvenir. mayo 2008
Backtoeden- Villa María: aspecto de la siembra
Aspecto de la siembra de árboles en Villa Maria, cercados para evita
que los animales afecten el bosque y pila de estiércol para abonar (05-2008).
Backtoeden- Villa María. mayo 2008
Catalina Torres, sus hijos Andrés y Hernán, sus nietas María y Daniela, éstas últimas además junto a un árbol de Espino con cobertura para proteger la humedad.
Backtoeden- Villa María, Junio 2007
Backtoeden- El Pino. Marzo 2008
Una nueva arboleda en el Porvenir
A los tres meses de la puesta en marcha del programa Backtoeden logramos suscribir un nuevo contrato con otra familia campesina, la de Ildenfonso Fonseca y María del Carmen Tibaque, propietarios del predio El Porvenir, el que tendrá la misma vigencia de los ya establecidos.
María del Carmen Tibaque e Ildelfonso Fonseca en su predio El Porvenir.
También aumentamos la siembra de 200 a un total de 600 árboles nativos, ya que en cada uno de los predios Villa María y El Pinar, en donde ya habíamos comenzado el programa, se sembraron otros 100 árboles y 200 plantas en el predio, El Porvenir.
El comienzo
La selección de los árboles se realizó con base en la experiencia obtenida de un proceso de experimentación y recuperación del predio El Paraíso, iniciado en el 2000, donde en la actualidad se han sembrado mas de mil quinientos árboles, un 90 por ciento de ellos de especies nativas y se ha permitido que el bosque nativo existente se aumente.
La contratación inicial se realizó con Ana Praxedis Rivera, propietaria del predio El Pino y con Catalina Torres, dueña de la finca Villa María, ambas ubicadas en la vereda El Hatillo de Suesca.
Ana Praxedis Rivera y su hijo Javier Castillo.
Catalina Torres, propietaria del predio Villa María. Con ella sus hijos Hernán y Andrés, sus nietas María Y Daniela.
Administración horizontal
Gloria Umaña, en su casa. Predio El Paraíso vereda Hatillo-Suesca
El esquema de administración del programa Backtoeden es horizontal. No da lugar a jerarquías establecidas por diferencia en los honorarios pagados. Es decir que todos y cada una de las personas involucradas, ya sea como contratistas para la siembra y mantenimiento de árboles como por labores de gestión o control (administración y las auditorias) reciben el mismo valor por sus servicios.
Cada uno de las personas que se comprometa con esta iniciativa tendrá vía internet información mensual y anualmente un informe auditado por una contadora profesional. También estará en plena libertad de visitar, sin previo aviso, la zona y a los contratistas.
El objetivo es que, de manera gradual, haya una sustitución de las actividades agrícolas económicas que depredan y empobrecen la Tierra. La meta es generar aire limpio, recuperación de fuentes de agua y suelos y dignificar al ser humano al crearle una oportunidad para vivir con bienestar en el campo.
La propuesta esbozada es uno más de los muchos caminos que la propia existencia nos muestra para su supervivencia. Si ésta le genera confianza y satisfacción bienvenida/o a ella.
BACKTOEDEN, AHORA.
Cada uno de las personas que se comprometa con esta iniciativa tendrá vía internet información mensual y anualmente un informe auditado por una contadora profesional. También estará en plena libertad de visitar, sin previo aviso, la zona y a los contratistas.
El objetivo es que, de manera gradual, haya una sustitución de las actividades agrícolas económicas que depredan y empobrecen la Tierra. La meta es generar aire limpio, recuperación de fuentes de agua y suelos y dignificar al ser humano al crearle una oportunidad para vivir con bienestar en el campo.
La propuesta esbozada es uno más de los muchos caminos que la propia existencia nos muestra para su supervivencia. Si ésta le genera confianza y satisfacción bienvenida/o a ella.
BACKTOEDEN, AHORA.
Con el aporte económico y de servicio de Adriana Umaña, Cecilia Suárez, Cecilia Villazón, Cristina Umaña, Diana Campo, Diana Jaramillo, Diego Londoño, Diego Martínez, Evelia Landeros, Fabiola Obando, Fermín Restrepo, Gloria Umaña, Gloria Lucía Vélez, Hilda Hernández, Jaime Mejía Duque, Juan Manuel Jaramillo, Liliana Morales, Lina Pérez, Liliana Ramírez, Lorenza Hegewisch, Lucas Jaramillo, Mariana Jaramillo, María Cecilia Sánchez, María Cristina Parra, Miguel Rodarte, Oscar Molina, Pedro Chaparro y Virginia Miranda, se creó un fondo que dio vida a Backtoeden.
Programa Backtoeden
Backtoeden
Veo celebración, risa, amor, confianza, seguridad y vida.
Observo duelo, miedo, condena, ira, guerra y muerte.
Comprendo que en todo ello me reflejo. También soy yo.
Siembre un árbol, promueva un bosque, conforme una línea de ingresos para los habitantes del campo. Se trata de ser parte de una respuesta ecológica que preserve a la naturaleza, incluyendo en ella al ser humano. Es comenzar YA a crear bosques en pequeños predios en las montañas de Suesca, Cundinamarca, Colombia, América del Sur, Planeta Tierra.
PREÁMBULO
Escribir un libro, tener un hijo o una hija y sembrar un árbol son las grandes tareas que nos endosa un ideario tradicional de vida. De ellas la más sencilla pareciera ser la última, no requiere títulos educativos ni acumulación de experiencias ni grandes esfuerzos físicos ni ganarse la lotería o ser millonario. Sólo basta decidirse a hacerlo.
¿Qué es un árbol? Una planta de tronco leñoso que se ramifica mayor o menor altura del suelo. Un objeto navideño. Un elemento visual común a la ciudad y al campo. Un ser vivo, erguido que se inclina al compás del viento sin resistirse, nos da refugio del calor y el frío, y, muy adentro, en sus raíces, guarda el agua y refresca la tierra y en todo su conjunto da alimento a otros: humanos, animales e incluso plantas. Otro ser en extinción por el urbanismo sin fronteras, el empobrecimiento de los suelos y la plantación de especies foráneas no aptas a las condiciones geográficas.
En el horizonte de las zonas urbanas vemos la sombra gris de la contaminación, ya que no hay suficientes árboles que trasformen el gas carbónico en oxigeno. En lo campos hay desbordamientos acuíferos o la tierra se agrieta, todo debido a la erosión de los suelos, pues no existen raíces que almacenen el agua para la escasez.
Las ciudades viven la presión demográfica que conlleva el encarecimiento del costo de vida, mientras el campo es despoblado por la migración como consecuencia de la falta de fuentes de ingreso económico o amenazas de muerte. La violencia y la indigencia no sorprenden, ya son cotidianas.
Esta realidad se puede expresar en cifras alarmantes que nos harán exclamar- ¡mierda!, esto se puede acabar-. Y sería para TODOS, ricos y pobres, ilustrados e ignorantes, famosos o anónimos, animales, plantas o seres humanos, del primer, segundo o tercer mundo. El agua, el aire y la tierra la compartimos en todo el planeta. La realidad natural demuestra que somos de la Tierra y la Tierra NO ES nuestra y que es necesario regresar a ella, unirnos en solidaridad.
PREÁMBULO
Escribir un libro, tener un hijo o una hija y sembrar un árbol son las grandes tareas que nos endosa un ideario tradicional de vida. De ellas la más sencilla pareciera ser la última, no requiere títulos educativos ni acumulación de experiencias ni grandes esfuerzos físicos ni ganarse la lotería o ser millonario. Sólo basta decidirse a hacerlo.
¿Qué es un árbol? Una planta de tronco leñoso que se ramifica mayor o menor altura del suelo. Un objeto navideño. Un elemento visual común a la ciudad y al campo. Un ser vivo, erguido que se inclina al compás del viento sin resistirse, nos da refugio del calor y el frío, y, muy adentro, en sus raíces, guarda el agua y refresca la tierra y en todo su conjunto da alimento a otros: humanos, animales e incluso plantas. Otro ser en extinción por el urbanismo sin fronteras, el empobrecimiento de los suelos y la plantación de especies foráneas no aptas a las condiciones geográficas.
En el horizonte de las zonas urbanas vemos la sombra gris de la contaminación, ya que no hay suficientes árboles que trasformen el gas carbónico en oxigeno. En lo campos hay desbordamientos acuíferos o la tierra se agrieta, todo debido a la erosión de los suelos, pues no existen raíces que almacenen el agua para la escasez.
Las ciudades viven la presión demográfica que conlleva el encarecimiento del costo de vida, mientras el campo es despoblado por la migración como consecuencia de la falta de fuentes de ingreso económico o amenazas de muerte. La violencia y la indigencia no sorprenden, ya son cotidianas.
Esta realidad se puede expresar en cifras alarmantes que nos harán exclamar- ¡mierda!, esto se puede acabar-. Y sería para TODOS, ricos y pobres, ilustrados e ignorantes, famosos o anónimos, animales, plantas o seres humanos, del primer, segundo o tercer mundo. El agua, el aire y la tierra la compartimos en todo el planeta. La realidad natural demuestra que somos de la Tierra y la Tierra NO ES nuestra y que es necesario regresar a ella, unirnos en solidaridad.
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