sábado, 7 de mayo de 2011

De un anciano indígena:

Oriah, Soñador de la Montaña:

No me interesa saber de qué vives, quiero saber qué te conmueve
y si te atreves a soñar con encontrarte con los anhelos de tu corazón.

No me interesa saber qué edad tienes, quiero saber si te arriesgas a parecer un loco, por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia tristeza, si has sido abierto por las traiciones de la vida o te has cerrado ante los dolores venideros.
Quiero saber si puedes sentarte junto a tu pena o la mía, sin intentar ocultarla,
disimularla o acomodarla.

Quiero saber si puedes estar con alegría, la mía o la tuya. Si puedes danzar desenfrenadamente y permitir que el éxtasis te inunde hasta la punta de los dedos, de tus manos y tus pies, sin que nos adviertas de cuidarnos, de ser realistas, o de recordar las limitaciones de ser humanos.

No me interesa si la historia que me cuentas es verdad.
Quiero saber si puedes desilusionar a otro por ser veraz contigo mismo, si puedes soportar la acusación de traición sin traicionar tu propia alma. Quiero saber si puedes ser leal y por ende confiable.

Quiero saber si puedes ver la belleza aún en aquellos días en que parece ausente y si puedes ver, tu presencia Divina en la fuente de tu vida.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo o el mío y aún así pararte al borde de un lago y, con un grito de plata, decirle ¡¡ SI !! a la luna llena.

No me interesa saber dónde vives o cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de angustia y desesperación, dolido y magullado hasta los huesos, y hacer lo que has de hacer por tus hijos.

No me interesa quien eres ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te pararás en medio del fuego conmigo sin echar un pie atrás.

No me interesa dónde o qué o con quien has estudiado.
Quiero saber qué te afirma desde adentro cuando todo se derrumba a tu alrededor.

Quiero saber si puedes estar sólo contigo mismo y si de veras disfrutas de tu propia compañía…en los momentos vacíos.

Traducido por Anahata

Fuente: http://pequeniosdanzantesdelarcoiris.blogspot.com/

lunes, 2 de mayo de 2011

Cascadas de Sueva



Caminar, mirar, recrear, comprender de lo que se es parte nos brindan aquellas actividades en las que la contemplación se une a la movilidad física, ya que se trata de visitar lugares en los que no existe acceso vehicular. Estas son las caminatas ecológicas.








En uno de ese tipo de recorrido se puede conocer aspectos de la Reserva de ADEGRAGOS, ubicada en la región del Guavio, hacia el nororiente de Bogotá, por la vía que comunica los municipios cundinamarqueses de Guasca y Junín.