Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento: Hipócrates.
Cada vez son mas evidentes los efectos contraproducentes en la salud -obesidad, diabetes precoz, colesterol-hipertensión...- por el consumo de alimentos, cuyo origen es industrial y de una agricultura que se apoya en el uso de fertilizantes, abonos y venenos químicos para sostener la productividad en una tierra gastada, moribunda.
Ahora los consejos son que se incrementen en las dietas el consumo de frutas y verduras y que éstas deben provenir de una agricultura limpia.
Es por ello que la demanda de alimentos cultivados de manera orgánica -con materiales naturales y sin violentar la naturaleza- se perfila como una opción de desarrollo sostenible y de reactivación de las economías campesinas. Se habla de una demanda que crece día a día y de una oferta aún insuficiente y en esa medida los gobiernos retoman la tarea de realizar talleres y cursos para promover en los agricultores otra vez las prácticas que fueron desestimadas con la mal llamada Revolución Verde.
Se adelanta en los municipios una política de fomento a las huertas campesinas, tanto para recuperar la vocación de sembrar alimentos para el consumo propio de las familias, así como para generar una producción alimentaria que se realice de manera orgánica y cuente con la correspondiente acreditación.
Fue así como participé en el curso ¨Producción ecológica certificada como alternativa de desarrollo sostenible en la provincia de Almeidas¨ para los municipios de Guatavita, Sesquilé y Suesca¨, siendo el segundo el que ya tiene una oferta de productos orgánicos.
Dado que éste es un mercado incipiente en Colombia y a nivel local, casi que desconocido, a los productores no les es posible comercializar sus productos entre los intermediarios locales que mantienen el esquema de comprar volumen a bajo precio y sus volúmenes de producción no les permiten acceder a mercados más distantes, y por ello han asumido además la tarea de vender directamente.
La Huerta de Geremías Prieto. Diseñada en terrazas para una producción intensiva va a cumplir dos años de funcionamiento y se comercializa
en el municipio de Sesquilé, puerta a puerta, una vez a la semana y cuyo proceso de agricultura implica una labor constante y sin tregua de desyerba y de control biológico de plagas y enfermedades. La filosofía de Prieto es que si hay limpieza hay salud.
En la huerta de Pilar Lozano Rico, también en Sesquilé y con tres años de experiencia. Se inició con el cultivo tradicional -no orgánico- de fresa, del cual aprendió por qué la agricultura orgánica es la mejor manera de producir alimentos. La comercialización es igualmente directa, puerta a puerta, en la zona norte de Bogotá una vez a a la semana.
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