La intensidad del verano durante el mes de Febrero hizo de las fertilizaciones una labor fundamental, así como la de el aprovisionamiento de formas de riego que les permitiera a los árboles mantenerse.
Guillermo, Matilda y Paola en momentos de las tres fertilizaciones realizadas en El Potrero, vereda Tausaquira.
Se consolida el sistema de riego por gravedad permitiendo que la agua contenida en las canecas baje por las mangueras y pueda ser llevada a las plantas.
Las eras en cada hilera de árboles plantados asegura la humedad de la superficie de la tierra.
Fotos Guillero Forero y Paola Leguizamón
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