Agricultores eficientes y organizados en cooperativas demuestran que el paternalismo, además de agotado y fracasado,
afortunadamente ya es PRESCINDIBLE
Por Polan Lacki
Este mensaje describe qué y cómo han hecho, muchísimo más los propios agricultores que sus respectivos gobiernos, para empezar a alcanzar los siguientes y extraordinarios avances en el desarrollo del agro brasileño:
1) Que Brasil se haya convertido, desde un tradicional importador de alimentos, en el más grande productor y/o exportador mundial de soya, carne vacuna, carne de pollos, azúcar, tabaco, café, jugo de naranja y etanol.
2) Que en apenas 22 años (del 1.991 al 2.013 ), haya más que triplicado la producción de granos, al aumentar de 58 millones de toneladas a 187 millones de toneladas.
3) Que en apenas otros 11 años haya cuadruplicado el ingreso de dólares generados por la exportación de productos agropecuarios; saltando de 25.000 millones de dólares en el año de 2.002 a 100.000 millones de dólares en el año de 2.013.
4) Que, gracias a estos logros, el agro se haya convertido en la "locomotora" del desarrollo nacional porque actualmente contribuye con el 23% del PGB brasileño, con el 33% de los empleos y con el 42% de las exportaciones globales del país. Mejor aún, en el primer cuatrimestre del 2.016 los productos del agro contribuyeron con el 50,2 % del total de las exportaciones brasileñas .
Excelentes cooperativas proporcionan a sus asociados los siguientes apoyos:
Primer apoyo: Las cooperativas les proporcionan crédito rural desburocratizado y una muy eficiente asistencia técnica realizada por sus extensionistas directamente en las fincas; y también a través de reiterados programas radiales y televisivos educativos con el fin de que los agricultores no se olviden qué y cómo deben hacer para volverse cada vez más eficientes como productores rurales y como administradores de sus fincas.
Segundo apoyo: Las cooperativas producen y proporcionan a sus asociados semillas mejoradas, lechones y pollitos BB para cría y raciones balanceadas.
Tercer apoyo: Las cooperativas almacenan en sus silos los granos cosechados por sus asociados, de modo que ellos no sean presionados a vender sus cosechas, en la peor época del año cuando todos necesitan comercializarlas y pocos intermediarios desean adquirirlas.
Cuarto apoyo: Las cooperativas reciben la leche, los cerdos y los pollos producidos por sus asociados, los industrializan y los comercializan, con valor agregado y con mínima intermediación. Una de estas cooperativas, a través de sus propios frigoríficos faena 18.000 cerdos al día, 1.050.000 pollos al día; y a través de sus industrias lácteas industrializa 1.600.000 litros de leche al día ).
Adicionalmente muchas cooperativas realizan compras de insumos al por mayor e importan, sin intermediación y en grandes volúmenes, fertilizantes del extranjero. Otras cooperativas poseen hasta farmacias veterinarias, supermercados, estaciones de servicio para abastecer los tractores y automóviles de sus asociados; adicionalmente poseen tiendas para reventa de herramientas agrícolas y repuestos para tractores, sembradoras y cosechadoras. Es decir, sus cooperativas se encargan de ejecutar aquellas actividades de mayor costo y complejidad que los agricultores difícilmente podrían realizar individualmente.
Estos apoyos de las cooperativas les ofrecen las siguientes ventajas económicas:
--los agricultores ya no compran a precios muy elevados las semillas, los pesticidas ni los fertilizantes del último eslabón de una larga cadena de intermediación porque ahora los adquieren, a precios justos, directamente de sus cooperativas
-- los avicultores, porcicultores y productores de leche ya no necesitan alimentar sus animales con raciones balanceadas de altísimo costo fabricadas por las cuatro grandes corporaciones multinacionales, ( Provini y Nutreco de Holanda, Evialis de Francia y Cargill de los EUA); porque actualmente ellos alimentan sus animales con las raciones balanceadas de bajo costo que ahora son fabricadas por sus cooperativas utilizando principalmente el maíz y la soya que son producidos por sus asociados.
-- los agricultores ya no venden soya en grano en pequeñas cantidades al primer intermediario que aparece en sus fincas, sino que sus cooperativas reciben e industrializan dicha leguminosa y la venden, sin intermediación directamente a los supermercados, ya transformada en margarina/manteca y aceite de soya refinado y embotellado
-- ya no venden café en grano a los intermediarios sino que, a través de sus cooperativas, lo venden tostado, molido y empaquetado listo para ser consumido
-- significan que cada asociado ya no vende leche in natura en minúsculas cantidades a los intermediarios, sino que sus cooperativas recogen la leche de sus asociados , la industrializan y la venden transformada en mantequilla, queso, leche condensada, jugos, yogurts o dulce de leche.
-- significan asimismo que los criadores de cerdos ya no los venden vivos a los intermediarios, sino que los entregan a sus cooperativas que los industrializan y venden los cerdos transformados en cortes nobles, en jamones, mortadelas, salames, longanizas, morcillas, etc.
Finalmente - lo más importante y extraordinario: Estos apoyos significan que las riquezas producidas por los agricultores benefician a ellos mismos y a sus cooperativas; en vez de seguir beneficiando a los largos eslabones de intermediación ( que actúan antes de la siembra y después de la cosecha ); eslabones que, cuando no existen eficientes cooperativas, se apropian sin merecerlo, del 80% de las riquezas que con muchos esfuerzos y riesgos fueron producidas apenas por los agricultores.
Estos éxitos empezaron a través de una eficiente labor educativa de los extensionistas orientada a incrementar la productividad y a estimular el cooperativismo para adquirir insumos y comercializar cosechas sin intermediación.
Esta increíble modernización del agro empezó a ser construida a través de minúsculos grupos de agricultores más solidarios y emprendedores de las tres pequeñas provincias del Sur de Brasil (Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná ). Estos pequeños agricultores contaron desde el inicio, con la motivación y con la eficiente asistencia técnica de los servicios de extensión agrícola que existían en las décadas de 1.960, 1.970 y 1.980 (ASCAR, ACARESC y ACARPA respectivamente ). Fue esta labor educativa de los extensionistas, la que provocó un impresionante cambio en las actitudes y en los deseos de superación de los productores rurales. Dichos agricultores reconociendo su propia fragilidad individual y acogiendo las recomendaciones de los extensionistas se organizaron en pequeños grupos cooperativos y tomaron en sus propias manos la solución de sus problemas económicos. Recién después que el éxito de estos pioneros quedó evidenciado y reconocido por sus comunidades, los gobiernos les concedieron créditos con la expresa condición de que los mencionados extensionistas los asesorasen técnicamente.
Sin embargo, este éxito inicial, fue apenas el comienzo de una gigantesca, muy rápida y muy eficiente expansión territorial de la frontera agrícola a otras regiones brasileñas. Porque, después que las tierras de las tres recién mencionadas provincias sureñas ya estaban ocupadas/cultivadas, los hijos y/o nietos de estos pioneros, inspirados en los ejemplos de sus padres y abuelos, migraron de manera espontanea a otras lejanas diez provincias brasileñas en las cuales había gran disponibilidad de tierras de bajo costo aún no cultivadas. ( Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Goiás, Bahia, Tocantins, Piauí, Maranhão y Roraima ). Y en estas nuevas provincias, con increíble rapidez y con mínimo apoyo gubernamental, implantaron muy eficientes y muy extensas fincas agrícolas y ganaderas. Fue esta etapa de expansión de la frontera agrícola, protagonizada por la nueva generación de productores rurales la que posibilitó una muy rápida transformación de Brasil en una gran potencia agroalimentaria, agroindustrial y agroexportadora mundial.
Tal fue el entusiasmo de los hijos y nietos de dichos pioneros que muchos de ellos, “sin solicitar permiso”, cruzaron las fronteras e implantaron sus eficientes fincas en Paraguay y en Bolivia; países cuyos productores rurales inspirados en los ejemplos de estos brasileños, se han convertido, muy rápidamente, en eficientes productores y/o exportadores de carnes de vacunos, cerdos y aves, soya, maíz y trigo. Entonces si los brasileños, los paraguayos y los bolivianos han demostrado que fue posible promover esta eficiente y autogestionaria revolución productiva, seguramente los productores rurales de todos los demás países de América Latina también podrán hacerlo. Este mensaje es una invitación a que empiecen a hacerlo, ojalá inmediatamente.
Contacto: Polan Lacki
Curitiba Brasil (55 - 41 ) 3243 2366
E-mail Polan.Lacki@uol.com.br
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