lunes, 7 de noviembre de 2016

Desarrollo Autónomo Agropecuario: Caso Brasil

Agricultores eficientes y organizados en cooperativas demuestran que el paternalismo, además de agotado y fracasado, 
afortunadamente ya es PRESCINDIBLE 
Por  Polan Lacki

Este mensaje describe  qué y cómo han  hecho, muchísimo más  los propios agricultores que sus respectivos gobiernos, para empezar a alcanzar  los siguientes y extraordinarios avances en el desarrollo del agro brasileño:

1) Que Brasil se haya convertido,  desde un tradicional importador de alimentos, en el más grande productor y/o exportador mundial  de soya, carne vacuna, carne de pollos, azúcar, tabaco, café,  jugo de naranja y etanol.
2) Que en apenas 22 años (del 1.991 al 2.013 ), haya más que triplicado la producción de granos, al aumentar de  58 millones de toneladas a 187 millones de toneladas.
3) Que en apenas otros 11 años haya cuadruplicado el ingreso de dólares generados por la exportación de productos agropecuarios; saltando de 25.000 millones de dólares en el año de 2.002  a 100.000 millones de dólares en el año de 2.013.
4) Que, gracias a estos logros, el agro se haya convertido en la "locomotora" del desarrollo nacional porque actualmente contribuye con el 23% del PGB brasileño, con el 33% de los empleos y con el 42% de las exportaciones globales del país. Mejor aún, en el primer cuatrimestre del 2.016  los productos del agro contribuyeron con el 50,2 % del total de las exportaciones brasileñas .


                 Excelentes cooperativas proporcionan a sus asociados  los siguientes apoyos:

 Primer apoyo: Las cooperativas  les proporcionan crédito rural desburocratizado y una muy eficiente asistencia técnica realizada por sus extensionistas directamente en las fincas; y también a través de  reiterados programas radiales y televisivos  educativos con el fin de que los agricultores no se olviden qué y cómo deben hacer para volverse cada vez  más eficientes  como productores rurales y como administradores de sus fincas.
Segundo apoyo: Las cooperativas producen y  proporcionan  a sus asociados semillas mejoradas, lechones y pollitos BB para cría y raciones balanceadas.
Tercer apoyo: Las  cooperativas almacenan  en sus  silos los granos cosechados por  sus asociados, de modo que ellos no sean presionados a vender sus cosechas, en la peor época del año cuando todos necesitan comercializarlas y pocos intermediarios desean adquirirlas. 
Cuarto apoyo: Las cooperativas reciben la leche,  los cerdos y los pollos producidos por sus asociados, los industrializan y los comercializan, con valor agregado y con mínima intermediación. Una de estas cooperativas, a través de sus propios frigoríficos faena 18.000 cerdos al día, 1.050.000 pollos al día;  y a través de sus industrias lácteas industrializa 1.600.000 litros de leche al día ).
Adicionalmente muchas cooperativas realizan  compras de insumos al por mayor e  importan, sin intermediación y en grandes volúmenes, fertilizantes del extranjero. Otras cooperativas poseen hasta  farmacias veterinarias, supermercados, estaciones de servicio para abastecer los tractores y automóviles de sus asociados; adicionalmente poseen tiendas para reventa de herramientas agrícolas y repuestos para tractores, sembradoras y cosechadoras. Es decir, sus cooperativas se encargan de ejecutar aquellas actividades de mayor costo y complejidad que los agricultores difícilmente podrían realizar individualmente. 

             Estos  apoyos de las cooperativas les ofrecen las siguientes ventajas económicas:

--los agricultores  ya no compran a precios muy elevados  las semillas, los pesticidas ni los fertilizantes  del último eslabón de una larga cadena de intermediación porque ahora  los adquieren, a precios justos, directamente de sus cooperativas
--  los avicultores, porcicultores y productores de leche ya no necesitan alimentar sus animales con raciones balanceadas de altísimo costo fabricadas por las cuatro grandes corporaciones multinacionales, ( Provini y Nutreco de Holanda, Evialis de Francia y Cargill de los EUA); porque actualmente ellos alimentan sus animales con las raciones balanceadas de bajo costo que ahora son fabricadas por sus  cooperativas utilizando principalmente el maíz y la soya que  son producidos  por sus asociados.
-- los agricultores ya no venden soya en grano en pequeñas cantidades al primer intermediario que aparece en sus fincas, sino que sus cooperativas reciben e industrializan dicha leguminosa  y la venden, sin intermediación directamente  a los supermercados,  ya transformada en margarina/manteca y aceite de soya refinado y embotellado
--  ya no venden café en grano a los intermediarios  sino que, a través de sus cooperativas, lo venden tostado, molido y empaquetado listo para ser consumido
--  significan que cada asociado ya no vende leche in natura en minúsculas cantidades a los intermediarios, sino que sus cooperativas recogen la leche de sus asociados , la industrializan y la venden transformada  en mantequilla, queso, leche condensada,  jugos, yogurts o dulce de leche.
--  significan  asimismo que los criadores de cerdos ya no los venden vivos a los intermediarios,  sino que los entregan a sus cooperativas que los industrializan y venden los cerdos transformados en cortes nobles, en jamones, mortadelas, salames,  longanizas, morcillas, etc.
Finalmente -  lo más importante y extraordinario: Estos apoyos significan que las riquezas producidas por los agricultores  benefician a ellos mismos y a sus cooperativas;  en vez de seguir  beneficiando a  los largos eslabones de  intermediación ( que actúan antes de la siembra y después de la cosecha ); eslabones que, cuando no existen eficientes cooperativas,  se apropian sin merecerlo,  del 80% de  las riquezas que con muchos esfuerzos y riesgos fueron producidas apenas por los agricultores. 

            Estos éxitos empezaron  a través de una eficiente labor educativa de los extensionistas orientada a incrementar la productividad y a estimular el cooperativismo para adquirir insumos y comercializar cosechas sin intermediación. 

Esta increíble modernización  del agro empezó a ser construida a través de  minúsculos grupos de  agricultores más  solidarios y emprendedores de las  tres pequeñas provincias del Sur de Brasil (Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná ). Estos pequeños  agricultores contaron desde el inicio, con la motivación  y con la eficiente  asistencia técnica de los servicios de extensión agrícola que existían en las décadas de 1.960, 1.970  y 1.980 (ASCAR, ACARESC y ACARPA respectivamente ). Fue esta labor educativa de los  extensionistas, la que provocó un impresionante cambio en las actitudes y en los deseos de superación de los productores rurales. Dichos agricultores   reconociendo su propia  fragilidad individual y acogiendo las recomendaciones  de los extensionistas  se organizaron en pequeños grupos cooperativos y  tomaron  en sus propias manos la solución de sus problemas económicos. Recién después que el éxito de estos pioneros quedó evidenciado y reconocido por sus comunidades, los gobiernos les concedieron créditos con la expresa condición de que los mencionados extensionistas los asesorasen técnicamente.
 Sin  embargo,  este  éxito inicial, fue apenas el comienzo  de una gigantesca,  muy rápida  y muy  eficiente expansión territorial de la frontera agrícola a otras regiones brasileñas. Porque, después que  las tierras de las tres recién mencionadas  provincias sureñas ya estaban ocupadas/cultivadas, los hijos y/o nietos de estos pioneros, inspirados en los ejemplos  de sus padres y abuelos, migraron de manera espontanea a otras lejanas diez provincias brasileñas en las cuales había gran disponibilidad de tierras de bajo costo aún no cultivadas. ( Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Goiás, Bahia, Tocantins, Piauí,  Maranhão y Roraima ). Y en estas nuevas provincias, con increíble rapidez y con mínimo  apoyo gubernamental,  implantaron muy eficientes y muy extensas  fincas agrícolas y ganaderas. Fue esta  etapa de expansión de la frontera agrícola, protagonizada por  la nueva generación  de productores rurales la que  posibilitó una muy rápida transformación de Brasil en una gran potencia agroalimentaria, agroindustrial y agroexportadora mundial.
Tal fue el entusiasmo de los  hijos y nietos  de dichos pioneros  que muchos de ellos, “sin solicitar permiso”,  cruzaron las fronteras e implantaron sus  eficientes fincas en Paraguay y en Bolivia; países cuyos productores rurales inspirados en  los ejemplos de estos brasileños, se han convertido, muy rápidamente,  en eficientes productores y/o exportadores de  carnes de vacunos, cerdos y aves, soya,  maíz y trigo. Entonces si los brasileños, los paraguayos y los bolivianos han demostrado que fue posible promover esta eficiente y autogestionaria revolución productiva, seguramente los productores rurales de todos los demás países de América Latina también podrán hacerlo. Este mensaje es una invitación a que empiecen a hacerlo, ojalá inmediatamente.

Contacto: Polan Lacki
Curitiba Brasil  (55 - 41 ) 3243  2366 
E-mail Polan.Lacki@uol.com.br

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