El martes pasado, mayo 14 de 2024, me percaté de la indolencia y ausencia de responsabilidad social y ambiental de quien haya tirado este montón de vidrios rotos. Coloca en riesgo a los seres vivos que pasen distraídos por el lugar y a toda la vecindad nos expone a la emergencia de un incendio, provocado por el posible efecto lupa. No hay nada que justifique esa acción, ya que desde hace algún tiempo existe un servicio público de recolección de basuras en esta área rural, pasa cada miércoles. Hecho el daño, ¿a quién le corresponde subsanarlo? Informé a la Alcaldía, envié las mismas fotos que publico aquí y hasta el momento siguen ahí: en las inmediaciones del punto conocido como el Cerrito, entre las veredas Cuayá y Hatillo de Suesca. ¿Hasta cuándo?
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