En manos suescunas y bogotanas

Querida Gloria:

Hoy domingo 20 de mayo de 2021, me levanté con la intención de poderme sentar tranquila a leer tu libro acompañada de una taza de café, y de no ser interrumpida; vino a mí una sensación que hacía mucho tiempo no tenía, como de complicidad de dos amigas que se van a encontrar para contarse y escucharse muchas cosas.

Cogí el libro, lo olí, leí tu dedicatoria de nuevo, muy linda, gracias, y empecé a leerlo sin interrupción para alcanzarlo a terminar hoy mismo, y pude haberlo hecho, por la forma amena pero a la vez expectante en que lo escribiste.  La “carrera” me llegó hasta concluido “El recuerdo olvidado”, porque me dije: No, este libro no es para leerlo de un solo tajo, y me he propuesto saborear solamente un relato por día; hay en ellos, un tanto de mí, de ella, de ellas, de aquellas y de otras, y seguramente también de tí, que al leerlos me llega como bocanada de aire fresco para recordarme desde la cotidianidad, que como mujeres hemos atravesado tantos caminos y torbellinos de vicisitudes, que lo más sensato y honroso para todas, es apoyarnos y respetarnos, si no por solidaridad de género, sí,  por reconocer en cada una de nosotras, esa innata capacidad que tenemos las mujeres de reconstruirnos y tratar de superarlo todo.

Tus renglones, tus personajes con mayúsculas, la fresca alineación de los párrafos, tu pluma e intelecto emocional, tienen la fuerza para liberarnos a nosotras como lectoras y, seguramente a tí como escritora, por la satisfacción de habernos ayudado a lograrlo.

Gracias por “MUJERES EN SU CUENTO” en mi nombre y en el de muchas mujeres que tendrán la fortuna de leerlo, pero que no podrán abrazarte como yo, ¡que te quiero tanto!. Esperanza López