La vida en el campo para Marlyn Ahumada comenzó hace 25 años. Ella y su compañero, Ricardo Luna, compraron una fanegada de tierra y con ella una casa de recreo, que disfrutaban los fines de semana... "allí comenzó nuestra historia en este pueblo de gente maravillosa. Solíamos decir que aquí Vivíamos en realidad. Que en Bogotá solo dormíamos". Posteriormente vendieron y adquirieron muy cerca una finca de varias hectáreas que bautizaron como LunAhumada, usando los apellidos de ambos.
Su ir y venir estuvo circunscrito al trabajo de los dos y "Hace unos cuatro o cinco años se empezaron obras de remodelación del apartamento en el que vivíamos en Bogotá, y tuvimos que salir de allí como por cuatro meses; entonces nos vinimos para la finca. Y en ese mientras tanto nos dimos cuenta de que definitivamente podíamos seguir realizando nuestras actividades cotidianas pero desde una perspectiva mucho más saludable para nuestras mentes. Así que el mientras tanto se convirtió en permanente”.
Estas dos actividades la conectaron con voluntarios "son muchachos de todo el mundo que, atraídos por el proyecto social y ecológico que representa la Fábrica de comida orgánica LunAhumada, nos escriben para venir a poner aquí su granito de arena. Son personas maravillosas que nos enseñan muchas cosas y que comparten con los locales experiencias, sabiduría y vida".
El compromiso con el cuidado y manejo ecológico es una constante en la labor que realiza Marlyn. "Como tratamos de que todos los procesos de LunAhumada sean ecológicos y lo más amables posible con los animales, yo misma preparo por ejemplo el sellador y el presellador que se utilizan a la hora del ordeño. Los hago con hierbas, como el tomillo, que es desinfectante, y con caléndula y manzanilla, que son cicatrizantes. De igual manera preparo los jabones para lavar el equipo y todos los utensilios relacionados con el ordeño. Les preparo también a los colibríes néctar con azúcar orgánica".
Marlyn combina su trabajo en la granja con una actividad intelectual, que la hace una habitual escritora de libros, como el de Energías renovables, que la llevó a buscar la autosuficiencia energética para LunAhumada y a gestionar que el acueducto veredal de Ovejeras (Asovejeras) se convierta, a finales de Octubre del 2019, en el primero de su campo en Colombia en bombear agua con un sistema solar.
Actualmente escribe un libro sobre Basura cero. "Y llegué a la conclusión de que eso es imposible, a menos que uno se dedique día y noche a producir todo para uno mismo. Todo es desde la pasta dental, pasando por el desodorante, los jabones, el champú y el bloqueador solar, hasta los condimentos para los alimentos. De manera que me puse a buscar empresas y personas que vendan ese tipo de cosas, para que uno no renuncie a su compromiso con el medio ambiente, porque por obvias razones uno tira la toalla a la semana de estar cocinando productos ecológicos todo el día todos los días. Bueno, pues resulta que ser amigable con el medio ambiente es elitista. Todo eso es absurdamente costoso. Y no tiene razón de ser. Así la gente como uno no le jala, no hay bolsillo que alcance. De manera que estoy en la tarea de convencer a vecinos, a amigos, a quien se le mida, de iniciar negocios (absolutamente rentables) para satisfacer las necesidades de las personas que quieran ser amigables con el planeta. Vender productos ecológicos que rindan lo mismo que uno químico, y que sean al mismo precio… ".
La jornada de Marlyn es larga y disciplinada. "Mis actividades principales son en realidad muy variadas. Mi día comienza a las 5:30 a.m. y por lo general termina hacia las 11 o 12 de la noche. Todo el día estoy creando. Soy superinquieta. Temprano en las mañanas estoy pendiente del ordeño, de los animales en general (darles de comer, ponerles agua fresca, en fin, velar por su bienestar)…"
Marlyn aprendió de una familia de voluntarios a hacer quesos franceses, que hoy día comercializa en 5 variedades, entre los que se encuentran Tomme y Abondance.
Para lograr y desarrollar estas múltiples y variadas actividades, Marlyn cumple tres metas diarias. "Por disciplina leo, escribo y estudio todos los días. Nunca dejo de hacer estas tres cosas, así sea que solo escriba una frase, lea solo 2 páginas de un libro o estudie media hora. Lo que más estudio son idiomas. Pero también geografía, historia y política. También le dedico más o menos una hora al día a chequear las redes sociales. Me gusta ver las actualizaciones de mis amigos y, sobre todo, leer las opiniones y los comentarios de todo tipo de personas sobre temas de actualidad y sobre política. Me encanta la variedad. Mi abuelo solía decirme que uno tenía que tener amigos jóvenes y amigos viejos. “Jóvenes para mantener la curiosidad, y viejos para procurar la sabiduría”.
Su actividad en la comunidad la mantiene en un ejercicio permanente para presentar, a través del ejemplo y de exponer otras formas, opciones que algún día posibiliten que los miembros de su entorno "adquieran sentido de pertenencia. Es lo único que los convencería de cuidar lo que tienen. Que en realidad, es lo mismo que tenemos todos: tierra, aire, agua, cielo, espacio… ¡Vida!".
Fotos cortesía de Marlyn Ahumada
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