sábado, 2 de enero de 2016

Casa Teja


En medio de potreros extensos y protegida por resquicios de bosque nativo, se encuentra este sanctasanctórum Mhuysqa, cuya forma se asemeja a un hongo gigante, conocida como Casa Teja y alrededor de la cual se teje una leyenda indígena. 

Cuentan los antiguos lugareños de la vereda Ovejaras de Suesca, que ahí está resguardado un gran tesoro de los Mhuysqa,  quienes después del año1.530, ya avisados por otros asentamientos indígenas de las ambiciosas manos de los conquistadores españoles, procedieron a construir el lugar y asegurarlo con su magia, con la promesa de que algún Viernes Santo, a la medianoche,  se abriría para ofrecer sus riquezas.

A lo largo del tiempo muchos han sido tentados a apoderarse del botín, algunos mediante la fuerza, tratando de socavar la gran roca,  con  túneles, para hallar la entrada y otros la visitan aún en la fecha mencionada para invocar energías que les den la apertura de la puerta secreta, pero la tempestad y el viento que ruge en lo alto los ha hecho desistir y antes de las doce campanadas nocturnas, huyen en medio del pánico. 

La Roca continua infranqueable. Arriba de ella el viento abraza con fuerza, mientras el silencio invoca lo sagrado.


El lugar tiene la imponencia, que surge de la posibilidad de contemplar desde lo alto la inmensidad de las montañas y valles que lo rodean, así como de estar en la naturaleza, bajo formas insólitas y diversas.

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