La primera vez que lo vi fue en el bosque. El color rosa intenso de sus flores lo destacó entre los otros árboles. Cuando supe su nombre lo busqué en los viveros y lo sembré en las nuevas áreas seleccionadas para regenerar la flora nativa. Al principio la oferta de plántulas era reducida, hoy está mas disponible.
El Raque (Vallea stipularis L. f.) pierde totalmente sus hojas que tienen forma de corazón y al momento de caer adquieren un tono rojizo, lo que crea un colchón de material orgánico ideal para la recuperación de los suelos. Esta es unas de sus bondades, al igual que la atracción que ejercen sobre pájaros y abejas que vienen a degustar el néctar de las pequeñas y colgantes florecillas que lo visten una vez al año.
1 comentario:
Cuando Vd. me ilustra una nueva especie arbórea suelo incursionarme en otra página web que me relata algunos datos más. Me resulta interesante aunque no pueda memorizarlo de una vez para otra, quizás porque la visualización directa es para ello muy importante.
Ello me recuerda un poco su página "El arte de enseñar" y también que cuando yo estudiaba apenas realizabamos "trabajos de campo", casi todo el saber era dentro de las autas: en botánica no veíamos los árboles o plantas que estudiabamos en los libros; en mineralogía, la caja de minerales pero nada de verlos "in situ"; o en literatura no recorríamos la historia a pie de calle de nuestros artistas locales.
No se como estará ahora mismo la docencia, con suerte me enteraré con mis sobrinas que empezaron recien su etapa escolar, ya estoy un poco versada en los nuevos cuentos infantiles que se juntan con los de toda la vida.
Muchos saludos
Publicar un comentario