martes, 15 de octubre de 2013

Que el alimento sea la medicina, que la medicina sea el alimento

Comer es un placer que se ha rezagado en aras de una prisa que va desde la forma rápida para producir y preparar los alimentos hasta el tiempo compartido que dedicamos a alimentarnos, tanto porque combinamos esa actividad con otras -continuar trabajando, reuniones de negocios o sociales, responder llamadas o ver un programa de televisión-, como porque hemos perdido la conciencia de la importancia de lo que significa nutrirnos y estar vitales.
El alimento es el que nos posibilita tener un cuerpo sano en disposición a vivir con la fuerza y atención que requiere cada momento para prosperar y ser feliz. A través de él recibimos el poder de la naturaleza y la sabiduría de la existencia en sus diferentes manifestaciones vivas. Estar presentes para recibirlo es tan importante como el alimento mismo. Si cada bocado llega a la boca desde nuestro corazón, con gratitud, experimentado el acto de comer como la celebración de la vida que conlleva, la sobre mesa será nuestro empodermiento físico, mental y espiritual. 
A medida que recuperamos la comprensión de la comunión y armonía que son necesarias para nutrir nuestro cuerpo nos percatamos también de su valor en energía, de nuestro poder para transformarla y de la diferencia, cuya medida es la satisfacción y bienestar físico, que hace estar abiertas, atentas y presentes al preparar e ingerir alimentos.
El ser humano de hoy vive en promedio mas años que sus ancestros, pero la mayoría pasa por lo menos la mitad de su existencia enfermos y dependiendo de médicos y medicamentos.
Se ha perdido la conexión con el cuerpo y por tanto la decisión sobre qué comer y cómo hacerlo la determinan los deseos y presupuestos mentales en detrimento de nuestra salud.
Sobre el tema asistí al taller ¨Una perspectiva sobre el conocimiento actual de la nutrición¨, dictado por Elsa Lucía Arango del que  comparto los aspectos que me fueron determinantes, recordados y en sincronía con mi experiencia, que pueden ser una guía para comunicarnos con nuestro cuerpo y actuar en la certeza de que el alimento es nuestra medicina y la medicina es el alimento.
La paz es conmigo, la paz es con todas

Obstáculos para una buena alimentación:

1. Exceso.
a. En la cocción. Uso de temperaturas fuertes que matan las enzimas
b. De sal, condimentos y salsas industriales que contienen preservativos, saborizantes y monoglumato de sodio.
c. En las porciones.

2. Deshidratación
a. Consumo de agua sin campo biológico como algunas que vienen de los acueductos o embotelladas. 
b. Agua acompañando las comidas, ya que inhibe el proceso de digestión.

3. Refinamiento
a. Alimentos procesados para aumentar el rendimiento productivo, que han perdido todo su valor nutritivo. (Harinas. leche de vaca, azúcar blanco, Galletas, cereales, golosinas, salsas, vinagres, pastas, panes, leche y sus derivados, licores y aceites)
b. Alimentos de semillas transgénicas (especialmente lo que tienen como base Soya y Maíz)
c. Procesamiento de plantas sagradas como la Coca en cocaína.

4. Mala preparación
a. Cocinar y calentar a temperaturas fuertes para hacerlo rápido. A partir de 48 grados centígrados las enzimas de los alimentos se descomponen y a los 139 grados centígrados se destruyen.
b. Freir y usar para ello aceites prensados al calor.
c. Cocinar o calentar en el microondas.

5. Actitud inadecuada
a. Comer con prisa.
b. Tragar entero.
c. Comer bajo un estado de preocupación, dolor y ansiedad.
d. Comer al lado o mientras se realizan operaciones con aparatos que emiten radiación (celulares, computadores…)
e. Comer mecánicamente mientras se ve televisión o se habla atropelladamente.

6. Combinación inadecuada.
a. Carbohidratos con proteinas.
b. Fruta frescas y agua durante las comidas.

7. La toxicidad en el alimento.
a. Consumo de leche y sus derivados, ya que ésta contiene caseina, sustancia cancerígena.
b. Alimentos afectados por la contaminación química de aire, agua y suelo (Los mas afectados son los pescados y animales de mar, que contienen mercurios, dioxines, bifenil, policlorinados), los que son el resultado del uso de abonos y venenos químicos en las prácticas de la agricultura para incrementar la productividad y acortar tiempos de cosecha (la fresa, el tomate y la papa) o aquellos que son el resultado de manipulaciones genéticas como la soya y el maíz. 
c. Los alimentos expuestos a radiación cotidiana de celulares, microondas, computadores…
d. Alimentos sometidos a radiación para retrasar su maduración y pudrición. 

Los mayores alimentos implicados en el desequilibrio del cuerpo son: Ajo/Azúcar refinada/ Cerdo/Champiñones/Chocololate/Cítricos/Colorantes/Gluten/Leche y derivados/Maní/Maíz/ Mariscos/Nueces/ Pescado/Preservativos/Saborizantes/Soya/Trigo
y causan alergias como: Artritis/Asma/Eczema/Jaquecas/Rinitis/Sinusitis/Urticaria/ Vascolitis.
las siguientes intolerancias: Artralgia/Colitis/Distensión/Diarrea/Dolor/Gastritis/Lumbalgias/Reflujo/Tendinitis/Vomito
y enfermdades como:
Alzheimer/Arteriosclerosis/Cáncer/Deficit de atención/Depresión/Diabetes/Esclerosis Múltiple/Esquizofrenia/Estreñimiento/Hipoglicemia/Lupus/Obesidad/Osteoporosis/Psoriasis/Úlceras. 

Recomendaciones
1. Bendecir la mesa y los alimentos a consumir.
2. Preparar los alimentos a fuego lento (temperaturas menores a los 48 grados centígrados), privilegiando la cocción al vapor y los salteados.
3. Comer con moderación y conciencia (masticar 30 veces cada bocado).
4. Tomar agua antes (una hora) o en los intervalos entre las comidas.
5. Consumir la furta fresca en los intervalos entre las comidas y como último alimento antes de dormir.
6. Comer alimentos frescos y preferiblemente de origen local.
7. Usar sólo aceites prensados en frío como los de Oliva extra virgen, Coco y Ajonjolí.
8. Al preparar leguminosas como el fríjol, la lenteja y el garbanzo hacerlo luego de tenerlos en remojo durante 3 días (cambiando cada día el agua) y si se desea reducir su tiempo de cocción a fuego lento agregarle bicarbonato de sodio o vinagre blanco y cocinarlo en olla de presión.
9.  Consumir Chía, Quinua, Arroz integral, germinados, tubérculos, Semillas como almendras, pistachos, macadamia, zumos de frutas y verduras, verduras crudas porque contienen abundantes enzimas que evitan la producción de radicales libres.

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