Tomo algunos momentos para enfocarme en aquello que aún me sobrecoge (1), en medio de la conmoción descubro el valor de quienes se sobreponen al miedo, lo hacen visible y alzan su voz para decir ¡basta!. Me uno a ella (2). ¡Es suficiente!.
La mayor parte de nuestra mirada está en la realidad de la producción vs consumo. Ahí la ley fundamental es la de la oferta y la demanda: lo que se ambiciona y se puede comprar, se produce y ello también da lugar a grandes espejismos. Adquirimos tomates y pimientos en invierno, cosechados gracias a una agricultura invasiva y en batalla constante con la naturaleza y su ritmo. Traemos para el desayuno caviar de Rusia o trufas de Paris. Compramos objetos cuya cuantía la fija un imaginario externo de autoestima. Nuestra esperanza se centra en costear un estilo de lujo insaciable. Esto implica que nuestra atención y energía han de concentrarse en el dinero. Giramos y giramos en pos de éste y con cada vuelta tensamos una red que nos asfixia y destruye.
¿Qué nos hace suicidas inconscientes? Nuestro sistema de creencias. Hemos recogido a lo largo de la vida muchas piedras, algunas livianas y otras bastante pesadas, y con ellas hemos levantado un muro infranqueable.
A manera de ejemplo: disfruto día a día el baño con agua fría y ese hábito impresiona a quienes lo conocen. Se estremecen de solo pensarlo. Su costumbre son las duchas calientes, muy calientes. Tenemos una actitud diferente frente a algo objetivo como el agua a la temperatura de su fuente. Para mi significa la posibilidad de revitalizarme, de aligerar el cansancio y mi fluir con la naturaleza, mi confianza en su sabiduría, en tanto que algunos, con sobresalto, me hablan de un riesgo de choque térmico que puede producir infarto. ¡Increíble!. Seguramente que éstos últimos pueden paralizar su corazón al contacto frío del agua del grifo. ¡Así lo creen y así sería!.
Es importante para mi ser libre, en pensamiento y acción, tener una ventana cotidiana para contemplar el infinito y un hacer autónomo. Por ello vivo desde 2002 en el campo, en una montaña a un poco mas de 2.900 metros de altura. Siembro parte de mis alimentos, rozo la hierba, la recojo y acumulo para convertirla en material orgánico que abone mis cultivos y preparo biocompuestos que fortalecen la capacidad de las plantas para sobrevivir. Convivo con animales domésticos y doy espacio a los silvestres. Me rodeo de árboles al no importunar el bosque nativo existente y continuar una reforestación intensiva que hoy minimiza la radiación, la fuerza de los vientos y la lluvia y es el nido de una variedad de aves e insectos. Además cuento con el amor, la confianza y apoyo de muchos que dan dinero para fortalecer la creación de nuevos bosques nativos en Suesca.
Esta experiencia me trae cada día la capacidad del asombro que perdí al dejar la niñez. En este recorrido encuentro sorpresas: flores con colores y formas insospechadas, árboles que han dado un estirón, conejos que saltan entre los matorrales de pasto, gusanos que no figuran en textos, el hálito que escapa en la agonía de una gata, el impulso industrial que se come la Sabana de Bogotá, montañas hechas polvo, la fiebre minera, paisajes teñidos de hollín, la reclamación de las comunidades, las amenazas sutiles, las mentiras sin pudor, solidaridad e indiferencia, el miedo que se refleja en la sumisión, las suspensiones que sólo son papel, mujeres que tienen un pacto con la tierra y todo lo que tocan se convierte en alimento, las visitas generosas, dispuestas a compartir y garantizar la abundancia y en especial el cambio como protagonista, incansable, infinito, en un movimiento lento que lo hace imperceptible, ajeno a la certeza. Una vida que pulula por doquier, en un alarde de conexión, de ser un Todo.
Aprendí a ver la naturaleza y a imitarla. A abrirme a la totalidad de las posibilidades para adquirir nuevas destrezas. A buscar y encontrar las respuestas en mi. A descansar mientras mis ojos siguen el paso de las nubes o los textos de mi interés. A esperar la germinación de la semilla o a mi nieto mientras se para a observar una espiga o a buscar el origen del ladrido de los perros mientras exclama: oh, oh... A oler el dulce del estiércol fermentado. A nutrir la tierra para obtener de ella salud y vigor. A detenerme cada vez que la costumbre me impulsa a juzgar o a presionar -y/o seducir- al otro para que modifique sus creencias, hábitos y conductas. A aceptar una negativa sin tomarla como personal. A un hacer sin pretensión ni compromiso para mañana. A celebrar el cielo nublado, el sol ardiente, la lluvia... A que en lo que ES soy aguja, soy hilo y soy urdiembre (3).
Comprendo que mi responsabilidad supera el actuar y comienza en mi anhelo, mi pensamiento y mi palabra. Entonces observo la intención del instante que vivo, en qué me detengo a mirar, a pensar, a hablar, y me pregunto si me obsesiona, ¿hacia dónde me dirige y si allá deseo estar y traer conmigo a los que amo, a los que me rodean, a los que comparten conmigo el aire, el agua, la tierra, la existencia en la Tierra?
Deseo un mundo de libertad sustentada en el AMOR, la ACEPTACIÓN, el RESPETO , la COMPRENSIÓN y por ende en la PAZ
Este es el camino que hoy recorro, mi mundo, con la seguridad de que además es nuestro. ¡ASÍ ES!
G.U.
----------------
1. http://conciencia-ambiental09.blogspot.com/
http://mariasimonaeneljardin.blogspot.com/
http://tikenjahfakoly.artiste.universalmusic.fr/
http://www.ecoportal.net/
http://www.rebelion.org/portada.php
http://www.democracynow.org/es
http://www.voltairenet.org/es
...
2. http://www.reclamecolombia.org/
http://www.avaaz.org/es/
http://viacampesina.org/sp/
http://www.salvalaselva.org/
...
3. http://www.resnatur.org.co/
Louise Hay: http://www.youtube.com/watch?v=7tDeZ63Sx40&feature=player_embedded
Michio Kaku: http://www.youtube.com/watch?v=7jYvGxfJUTE
http://www.dianajaramillo.net/
http://www.onearthpractice.com/
http://www.fundacionclaudionaranjo.com/
http://www.aamepsi.com.ar/index.cgi?wid_seccion=2&wid_item=5
....
....
No hay comentarios:
Publicar un comentario