Domingo soleado en las montañas de Suesca y nosotros felices de salir de la ciudad. El plan? Sembrar árboles y disfrutar la naturaleza.
Así que llegamos nos quitamos los zapatos y a correr!. Recuerdo como de niña gozaba caminando descalza. Era uno de mis máximos placeres, pero poco a poco lo fuí olvidando, a tal punto que de un tiempo para acá mis pies nunca dejaron los zapatos : ya fuera, bota, chancla, pantufla o tacón. Temía lastimarme, que me entraran fríos, me sentía vulnerable.
Para los chiquis fue una gran aventura y con orgullo se declaran unos Guardabosques!
Y al final a comer, a brindar y agradecer para luego descansar viendo el atardecer.
Cristina Umaña
1 comentario:
Me gusta como está expuesta esa mesa, mejor que un bodegón.
También me gusta esas foto presentada a estilo antiguo, estilo retro.
Saludos
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