jueves, 4 de agosto de 2011

Backtoeden - Julio 2012

Villa María. Vereda Hatillo 

San Marcelo. Vereda Cuayá



San Luis. Vereda Chitiva Abajo

viernes, 8 de julio de 2011

Backtoeden - Junio 2012

San Marcelo, Cuayá









La Virginia, Vereda Hatillo














San Isidro, Vereda Guita










Villa María, Vereda Hatillo








San Luis, Vereda Chitiva Abajo

viernes, 24 de junio de 2011

Derecho a vivir en un ambiente sano

Tenemos derecho al goce de vivir en un ambiente sano. Así lo establece la legislación de Colombia y ese reconocimiento nos muestra que carecemos de espacios y áreas donde exista un ambiente sano, pues éste no puede ser otro que aquel en el que el amor, el respeto y la libertad se expresen en una convivencia en armonía y comunión con la naturaleza de la que somos parte.

Si nos detenemos, ajenas al tic tac del tiempo y sin el impulso de ideas preconcebidas, a observar, lo que nos rodea, el espacio que habitamos. ¿Qué fluye en libertad y respeto? Por ejemplo: el aire, ¿pasa a través de ventanas abiertas o está viciado: circula una y otra vez por el mismo lugar? ¿Cómo lo inhalamos profunda o superficialmente? ¿Tiene un olor permanente, qué lo origina? ¿Nos revitaliza? ¿Lo conozco, se qué contiene, qué lo afectaría del lugar en el que vivo, y su efecto en mi entorno y en mi misma, ¿Comprendo que no tengo la capacidad de discriminar y elegir qué elementos del aire respiro y he de inhalarlo tal como se presenta? ¿Le doy su espacio, lo respeto, lo dejo en libertad, lo valoro porque comprendo que sin él no podría vivir mas que segundos? y el aire que exhalo, que retorna al ambiente, ¿Cómo sale: suavemente o debo controlarlo a veces para no indisponer a los que me rodean? Qué parte del aire qué está afuera me pertenece al entrar y salir de mi cuerpo? ¿Es parte de mi, soy aire también, quién pone el limite, qué me separa?
Hemos fragmentado, clasificado en partes lo interno y lo externo y a su vez a éstos en otras divisiones. Nos alejamos de la perspectiva del Todo. Vemos los ríos distantes de los páramos donde nacieron. Las superficies y entrañas de la Tierra las convertimos en guacas para explotar y los paisajes los transformamos en monumentos de una nueva estética en la que el orden y la belleza son sinónimo de ausencia de lo natural. La pureza y trasparencia del aire está empañada por las exhalaciones de un sistema productivo que corre frenético en una carrera que parece conducirnos a la nada, a la ausencia de vida.

Esta forma de ver también es el marco de acción sobre el único pedazo de tierra que nos fue dado y pertenece con el título de Vida y que no es otro que nuestro cuerpo. Ahí también peleamos con el origen. Nos indigestamos con alimentos que cada vez más son el resultado ponderado de un laboratorio o de la inyección de venenos para aumentar el rendimiento del suelo y dotarlos de una apariencia que etiquetamos de hermosa. Optamos por le hacinamiento y revestimos de miedo la soledad, el silencio y la necesidad de estar consigo mismos. Descalificamos las condiciones naturales como el clima, la temperatura, la oscuridad y optamos por generar calor o enfriamiento, luz artificial,crear aislamiento del cosmos encerradas en vehículos, cuartos. Reemplazamos la necesidad propia de generar y consumir energía a través de la movilidad y nos apoltronamos en el sedentarismo como un tributo a lo que llamamos confort. Desconfiamos de la unicidad y creamos el ideal de lo que debe ser y para ello recurrimos al bisturí o cualquier nueva técnica que componga los ¨desaciertos¨ de la creación natural y permita que nuestro reflejo en el espejo social coincida con el de los otros. Buscamos recetas de vida en movimientos separatistas políticos, religiosos y sociales para abanderar una sola verdad y enterrar la interrelación que nos conecta y nos convierte en Uno.


El panorama de esa realidad ya está frente a nuestros ojos. Encontramos lechos de ríos, quebradas extintas, montañas desmanteladas, tierras estériles, eventos de la naturaleza que conmocionan y destruyen como un bumerán nuestros propios trofeos a la depredación, nuevas y contagiosas enfermedades, muerte y destrucción abanderadas por campañas de estandarización ideológica, mayores síntomas de frustración y desesperanza, excesos y escasez abrumadoras. Un ser humano perdido en medio de conglomerados citadinos, ideológicos, virtuales, que aún busca adquirir lo que lo redima.
Requerimos comprender que el equilibrio es fundamental en nuestra existencia y que sólo es posible si nuestro ritmo humano depredador se desacelera, reconoce que la capacidad de consumo no puede ser mayor que la de la fuente de donde provienen los bienes y servicios y que no es otra que la Naturaleza, el agua, el aire, el suelo, el subsuelo, los minerales, las plantas, los animales... la vida en toda su expresión.
Ahí radica la importancia del derecho fundamental a gozar de un ambiente sano, ya que nos da un acuerdo normativo para iniciar la recuperación de lo que hemos perdido. Reconocemos nuestra necesidad, lo que hemos de cambiar en pensamiento y acción, y cuyo comienzo tiene lugar en nosotras mismas, en nuestro cuerpo, en los espacios privado y común, en lo que pensamos y hacemos de manera individual y en grupo, en la conciencia de ser naturaleza y de vivir en armonía con ella. Así, lo que está adentro se reflejará afuera en un entorno sano, abundante, en convivencia y armonía, consciente de estar unido y responsable de su impacto en el Todo.
G.U.
Imágenes RN El Paraíso

miércoles, 8 de junio de 2011

Backtoeden - Mayo, 2011




San Luis, Vereda Chitiva Abajo












San Marcelo,Vereda Cuayá








Villa María, Vereda Hatillo







San Isidro, Vereda Guita









Bachué, Vereda Guita







La Virginia, Vereda Hatillo

martes, 10 de mayo de 2011

Backtoeden - Abril 2011

La Virginia, vereda Hatillo











San Luis, vereda Chitiva Abajo

sábado, 7 de mayo de 2011

De un anciano indígena:

Oriah, Soñador de la Montaña:

No me interesa saber de qué vives, quiero saber qué te conmueve
y si te atreves a soñar con encontrarte con los anhelos de tu corazón.

No me interesa saber qué edad tienes, quiero saber si te arriesgas a parecer un loco, por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia tristeza, si has sido abierto por las traiciones de la vida o te has cerrado ante los dolores venideros.
Quiero saber si puedes sentarte junto a tu pena o la mía, sin intentar ocultarla,
disimularla o acomodarla.

Quiero saber si puedes estar con alegría, la mía o la tuya. Si puedes danzar desenfrenadamente y permitir que el éxtasis te inunde hasta la punta de los dedos, de tus manos y tus pies, sin que nos adviertas de cuidarnos, de ser realistas, o de recordar las limitaciones de ser humanos.

No me interesa si la historia que me cuentas es verdad.
Quiero saber si puedes desilusionar a otro por ser veraz contigo mismo, si puedes soportar la acusación de traición sin traicionar tu propia alma. Quiero saber si puedes ser leal y por ende confiable.

Quiero saber si puedes ver la belleza aún en aquellos días en que parece ausente y si puedes ver, tu presencia Divina en la fuente de tu vida.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo o el mío y aún así pararte al borde de un lago y, con un grito de plata, decirle ¡¡ SI !! a la luna llena.

No me interesa saber dónde vives o cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de angustia y desesperación, dolido y magullado hasta los huesos, y hacer lo que has de hacer por tus hijos.

No me interesa quien eres ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te pararás en medio del fuego conmigo sin echar un pie atrás.

No me interesa dónde o qué o con quien has estudiado.
Quiero saber qué te afirma desde adentro cuando todo se derrumba a tu alrededor.

Quiero saber si puedes estar sólo contigo mismo y si de veras disfrutas de tu propia compañía…en los momentos vacíos.

Traducido por Anahata

Fuente: http://pequeniosdanzantesdelarcoiris.blogspot.com/

lunes, 2 de mayo de 2011

Cascadas de Sueva



Caminar, mirar, recrear, comprender de lo que se es parte nos brindan aquellas actividades en las que la contemplación se une a la movilidad física, ya que se trata de visitar lugares en los que no existe acceso vehicular. Estas son las caminatas ecológicas.








En uno de ese tipo de recorrido se puede conocer aspectos de la Reserva de ADEGRAGOS, ubicada en la región del Guavio, hacia el nororiente de Bogotá, por la vía que comunica los municipios cundinamarqueses de Guasca y Junín.